ABASOLO.- Muy cerca de Valle de Santiago entre Pueblo Nuevo y Huanímaro hay un sitio arqueológico de suma importancia y gran trascendencia para la historia de nuestro país donde se reafirma que Guanajuato es un estado rico en historia y cada vez surgen datos novedosos sobre esta, pues hasta hace relativamente poco se supo que en el municipio de Abasolo, en la región suroeste del estado, estuvo lo que fue considerada la principal cultura y el corazón del bajío mexicano.
Se trata de Peralta, uno de los sitios arqueológicos más grandes del estado de Guanajuato. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), estuvo habitado entre los años 300 y 900 d.C., y por su monumentalidad constructiva se le ubica como uno de los seis más grandes asentamientos de la tradición el Bajío y uno de los mayores centros cívicos ceremoniales de esta porción de occidente mexicano, incluso una de las zonas arqueológicas mejor conservadas de todo el país.
Peralta es considerada una de las edificaciones prehispánicas mejores construidas, pues incluso versiones apuntan a que estas pudieron pertenecer a la clase alta de esa época, esto basado en las edificaciones que han encontrado, pues dentro de esta se encuentran vestigios como el Doble Templo o el Patio Hundido, un gran rectángulo central enmarcado por dos pirámides de cantera rosa que alguna vez sostuvieron templos de adobe y en donde, según cuentan los historiadores, ahí se han encontrado los restos de una persona que estuvo en un altar.
Existe una enorme roca conocida como la piedra de la campana esta zona, las cuales, al golpearlas unas con otras, emiten el sonido de campanas, además de que la comunicación entre los sitios es bastante sencilla por su construcción, por lo que una persona puede estar a 150 metros de distancia y perfectamente puede escuchar lo que la otra le habla, por los ecos que forman las edificaciones y las piedras del lugar, lo cual le da un misticismo icónico a este lugar.
Efraín Cárdenas, arqueólogo vállense e investigador del INAH, fue el responsable de este proyecto, quien menciona que la zona se compone de varios conjuntos dispersos en la ladera del cerro de Peralta correspondiente al periodo epiclásico en su época más temprana (300 -700 dc).
Los primeros trabajos de restauración y al que tuvo acceso Nuevo Milenio se remonta al 2003 hace ya 21 años, en donde fueron 6 años de ininterrumpidos de intervenciones en el lugar con recursos de un fideicomiso en el que participo el INAH, Gobierno del estado, municipio de Abasolo y el colegio de Michoacán.
Ubicado en la comunidad de San José de Peralta, a un costado de la de la carretera a Huanímaro en el municipio de Abasolo, la zona se compone de dos basamentos, cinco patios hundidos y una plataforma llamada recito de los gobernantes que consta de un gran patio rodeado de habitaciones con fines públicos, ceremonia y rituales, con características similares a la ciudad de Teotihuacán.