“Lo que dios acaba de unir no lo separa el hombre”.
Cortázar, Gto.- En una ceremonia religiosa celebrada el sábado pasado en la parroquia de Nuestra señora de los Dolores, en la cañada de Caracheo, unieron sus vidas para siempre, la pareja formada por Toño y Lupita, juraron amarse y respetarse todos los días de su vida.
En punto de las 12 del día del pasado sábado 22 de julio en la parroquia principal en la Cañada de Caracheo recibieron el sacramento del matrimonio y absorbieron la bendición nupcial la joven pareja que integra María Guadalupe y Antonio Aguilar, quienes tras jurarse amor eterno el sacerdote los declaro marido y mujer hasta que la muerte los separe.
José Antonio es hijo de Antonio Aguilar Ferrel (QED) y Dalia Romo Corona y María Guadalupe es hija de Juan Vera Vargas e Irma Guzmán Cerón, quienes los acompañaron en todo momento en esta ceremonia de gran importancia en su vida y oraron para que les vaya bien es esta nueva etapa de su vida.
Ante la comunidad cristina y frente al altar mayor de la Parroquia del Padre Nieves y tomados de la mano, Toño y Lupita se juraron amor eterno y fueron bendecidos en esta santa unión, recibieron los símbolos matrimoniales como las arras, los anillos y el lazo como símbolo de alianza.
En esta ocasión fungieron como padrinos de velación los señores Nicolás Ferrel Martínez y Patricia Romo Corona, quienes compartieron con la pareja, familiares y amigos la alegría de esta unión Matrimonial.
Al término de la ceremonia, ya con la bendición de Dios como nuevo matrimonio, salieron al atrio de la Iglesia dónde les fueron lanzados lluvias de arroz como símbolo de la fertilidad y abundancia, de ahí caminaron hasta la plaza principal donde dieron una vuelta como masca la tradición y luego al salón de fiestas dónde se llevó a cabo la recepción nupcial. ¡Felicidades, Toño y Lupita…!