Lo hay en política, deportes, incluso en cuestiones religiosas.
Lamentablemente este tipo de pensar es el origen de que la humanidad nunca está de acuerdo, pues los hay quienes pretendan imponer su versión sin respetar la diversidad de libre pensamiento.
Se dice que cada cabeza es un mundo, incluso los dedos de una mano, que provienen de una misma palma, son muy diferentes entre sí.
Incluso entre hermanos, cada uno tiene su propia manera de pensar, de ver las cosas, el mundo, sus ideas y gustos son diferentes a los demás.
Hasta en quienes son gemelos o trillizos, cada cual tiene su manera de ver, sentir, pensar, percibir, muy diferente a los otros.
Si no coincidimos en algo, pelear por imponer ideas es de tontos, debemos exponer nuestras ideas, si son bien recibidas, que bueno, si no, sigamos adelante.
Lo mismo, si alguien nos expone sus ideas y nos convence, muy bien, si no, continuemos nuestro camino, pero sin guardar odios, rencores, malos pensamientos, pues eso es lo que alimenta al mal y buscará hacernos presa de ello, en lugar de respetarnos.
Por eso, quien pretenda dividir, está siendo aleccionado por la obscuridad, y mal haremos si caemos en su engaño.
Recordemos que somos hijos de la luz, y es lo que deberemos hacer, que alumbre nuestro diario caminar.
No por ir a misa, rezar El Rosario diariamente, es sinónimo de un buen católico si sus acciones dicen lo contrario.
Seamos pues, congruentes entre lo que decimos predicar, sin imponer juicios, mejor que nuestras acciones hablen por nosotros.
Maravilloso inicio de semana, ya finales de enero!!!
Dios sea contigo y los tuyos.
Bendiciones Arturo Castro Rojas