Despedida al arbusto de Camelina
Yuriria, Gto. – Las lluvias intensas y los vientos que azotaron la región en días recientes no solo dejaron calles anegadas y techos vulnerables. También se llevaron consigo un pedazo de la memoria colectiva: el emblemático arbusto de Camelina que por más de 40 años floreció a un costado del ex-convento de San Agustín.
Este arbusto, discreto pero profundamente significativo, había sido testigo silencioso del paso del tiempo, de generaciones que cruzaban la plaza, de charlas bajo su sombra y de miradas que se perdían entre sus hojas en tardes tranquilas. Su caída, provocada por las inclemencias del clima, dejó un vacío que no se mide en metros, sino en recuerdos.
Vecinos y visitantes frecuentes del centro histórico de Yuriria expresaron su tristeza al ver el espacio que ahora ocupa solo tierra removida. “Era parte del paisaje, parte de nosotros”, comentó una señora que solía sentarse cerca del arbusto mientras esperaba a sus nietos salir de catecismo.
Las autoridades locales han iniciado labores de limpieza y evaluación de otros ejemplares vulnerables en la zona, pero muchos coinciden en que este arbusto no era solo vegetación: era un símbolo de permanencia en medio del cambio.
Hoy, el ex convento de San Agustín luce distinto. Y aunque el arbusto ya no esté, su recuerdo seguirá brotando en la memoria de quienes alguna vez lo vieron florecer.



