Cada día, Valle de Santiago se convierte en un punto de tránsito y refugio para decenas de familias migrantes que llegan con la esperanza de encontrar una vida mejor. En los cruceros, parques y calles principales, es cada vez más común ver rostros marcados por el cansancio, la incertidumbre y la esperanza.
👨👩👧👦 Familias enteras en situación de vulnerabilidad:
– Provienen de diversos estados de México y de países como Honduras, El Salvador y Venezuela.
– Huyen de contextos de violencia, pobreza extrema y falta de oportunidades.
– Sobreviven gracias a la solidaridad de la comunidad: comida, agua, ropa y algunas monedas que les permiten continuar su camino.
– Muchos tienen como destino final el país vecino del norte, buscando seguridad, empleo y un futuro digno para sus hijos.
💔 ¿Qué está pasando?
La crisis económica, la inseguridad y la falta de políticas efectivas de atención migrante han convertido las calles en refugios improvisados. No se trata solo de números o estadísticas: son personas, historias, sueños que se enfrentan a una realidad dura y muchas veces invisible.
📣 ¿Y nosotros?
Como sociedad, tenemos el poder de mirar con empatía, de tender la mano y de exigir soluciones reales. La migración no es un delito, es una consecuencia. Y detrás de cada rostro hay una historia que merece ser escuchada.
🔁 Comparte esta nota si crees que es momento de hablar de lo que muchos prefieren ignorar.
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