Huanímaro, Gto. — El pasado sábado 20 de septiembre, la plaza principal fue escenario del primer informe de gobierno de Laura Villalpando en su segundo periodo como presidenta municipal. Sin embargo, más que un ejercicio de rendición de cuentas, el evento pareció un homenaje familiar.
Reconocimientos personales sobre resultados públicos
Durante gran parte del acto, Villalpando dedicó tiempo a agradecer a su padre y a sus nietos que viven en Estados Unidos, dejando en segundo plano los temas que realmente preocupan a la ciudadanía. El informe se convirtió en un espacio íntimo, más emocional que institucional.
Sin acarreados… pero también sin ciudadanos
Aunque esta vez no hubo acarreados, tampoco hubo presencia ciudadana. Los únicos asistentes fueron familiares de funcionarios y empleados municipales, muchos de los cuales, según se comenta, fueron obligados a asistir. El evento comenzó con una hora de retraso, y los rostros de aburrimiento entre los presentes eran evidentes.
Informe austero en contenido, no en recursos
El informe fue breve y con escasa información sobre acciones concretas. ¿Será que no hay mucho que informar? A pesar de ello, no se escatimaron recursos para el espectáculo: la Banda de Joroches amenizó la noche y se ofreció una cena para los invitados especiales.
Seguridad: el gran ausente
Uno de los temas más esperados por la población, la seguridad, fue apenas mencionado. No se presentaron estrategias ni operativos, ni se habló de colaboración con autoridades estatales o federales. En un contexto donde la ciudadanía exige paz más que obras, esta omisión fue notoria.
¿Primer informe o cuarto capítulo?
Aunque oficialmente se trató del “primer informe” de este nuevo periodo, en realidad es el cuarto informe de la misma administración. Un detalle que no pasó desapercibido para los huanimarenses, quienes esperaban más sustancia y menos celebración.


