Yuriria, Guanajuato. En pleno corazón de este Pueblo Mágico, el exconvento de San Agustín —una joya arquitectónica del siglo XVI— presenta serios y visibles daños en su estructura exterior, especialmente en la zona sur del edificio. La falta de mantenimiento y recursos parece haber provocado un estado de abandono que se manifiesta en grietas, desprendimientos y el crecimiento de plantas silvestres entre los muros.
Este monumento histórico, cuya construcción comenzó en 1550 y concluyó en 1599, está próximo a cumplir 500 años de existencia. En este 2025, se conmemoran 426 años desde su finalización, lo que subraya la urgencia de preservar su legado.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encargado de la conservación del patrimonio cultural en México, debería prestar mayor atención a este edificio emblemático. No solo representa una pieza clave en la historia religiosa y arquitectónica del país, sino también un símbolo de identidad para los habitantes de Yuriria.
La restauración y el cuidado del exconvento de San Agustín no pueden esperar. Protegerlo es honrar la memoria de generaciones pasadas y asegurar que su historia continúe viva para las futuras.


